Dos, tres, cuatro... ¡da igual!
El número de integrantes no es determinante. Lo que importa es el puro placer, la relación y la negociación con cada una de las piedras, raices, aire, en definitiva con la naturaleza. Y el mtb, la cleta del monte. Sin prisas, sin pausa, sin dolor y mucho disfrute.
Recordad "Arrancada de caballo andalúz, llegada de burro manchego".